¡Basta de dolor! La poesía también es un juego alegre. Reviso mis escritos y encuentro un par de sonetos escritos en el aeropuerto de Mérida a fines del 2003 mientras esperaba un vuelo.
Recuerdo que en ese tiempo insistía en jugar con la métrica, lograr versos endecasílabos, unirlos, organizarlos...
Hoy, en medio del duelo y harto del dolor, recupero este soneto escrito como un divertimiento y lo comparto:
Permíteme decir: "aún te quiero"
Aún aúllo como lobo en celo,
aún rompo la noche de tu ausencia
y dejo de vivir mientras te espero.
Permíteme también inconformarme,
con tus largas y atroces despedidas,
te vas pero te quedas y te marchas:
¡basta ya de tan falsa desventura!
¡Basta ya de tus sueños inconclusos
de tus ganas de verte en mis espejos,
tu sonrisa fatal y tu ternura¡
Déjame darle vuelta a mi martirio,
permite que respire mi inclemencia,
que donde vas, también va tu marido
¡Huy! Ejem ejem... me haces reír y me interpelas... Justo ahora, que en lo mismo vivo. Me encantó tu ironía y la presencia permanente de un cierto y gozoso dolor...
ResponderEliminarUn beso.
¡Bravo!, simplemente ¡Bravo!
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