en la ciudad-estado de mi vida
los edificios callan por la tarde
las ventanas son ojos voluntarios
mi boca se conforma con nombrarte
en la ciudad-estado de mi vida
llegan hordas de miedo perseguidas
llegan muertos de sueño comedidos
vergüenza que se sabe solidaria
en la ciudad-estado de mi vida
los edificios mueren con la tarde
las puertas acomodan su recuerdo
en la ciudad-estado de mi vida
mueren guerreros resucitan ciegos
mi boca se conforma con nombrarte
Y en la ciudad-refugio de mi vida se añoran los cielos estallando, las risas de la tarde, el café cuando me plazca, los poemas recitados... Cobarde animal que me arrincono en cualquier lado mientras la ciudad repite tantos nombres...
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