he decidido hablar del viento
la mano puesta sobre la mesa
/como si detuviera la caída del dolor/
/como si detuviera la caída del dolor/
y la boca cerrada a puñetazos
solo para el rencor y con las manos solo
haciendo que hago muertos a destajo
como un misil de sombras sobre el sueño
haciendo que hago muertos a destajo
la plenitud engaña
la edad es estropicio y el pelo su constancia
la ciudad se suicida a bocajarro
nada más por repetir una plegaria
y resulta la luz una condena
la oscuridad suplicio y vida eterna
la voluntad un circo de tres pistas
la infancia una atropello de quimeras
donde la voz alcanza la promesa
un niño abierto al sol seca su sueño
ah qué dura es la vida en las estepas
ah que dura es la vida en las estepas
cuántas gotas de piel en el recuerdo
cuántas piedras de sal queman el viento
donde los asesinos se persignan
el viento del que hablo sanará
es hora del octavo sacramento
es hora de la muerte y la verdad
solo para el rencor y con las manos solo
ah que dura es la vida en las estepas
cuántas gotas de piel en el recuerdo
cuántas piedras de sal queman el viento
donde los asesinos se persignan
el viento del que hablo sanará
es hora del octavo sacramento
es hora de la muerte y la verdad
solo para el rencor y con las manos solo
haciendo que hago muertos a destajo
¡Qué sonoridad, que cadencia la de este texto!, una tremenda, terrible por certera, manera de mirar el paso del tiempo, de la vida y los recuerdos, la muerte inevitable...
ResponderEliminarFélix, ya no deberías escribir aquí, este es un espacio para que se nos quite el miedo a escribir y publicar. esto debe estar en una antología, porque es parte de tu gran obra maestra. Este es por mucho uno de los que mas me gustan, y con uno de los que más me identificó. Aún no estoy seguro bien porqué, pero me a sobrecogido de una manera que no recordaba...Gracias infinitas, por seguir regalándonos esto, y por todo.
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