no queda luz justicia ni ceguera
que explique el movimiento de las horas
ni reloj plegaria para iniciar el día
todo es tiempo de sordos y palabras ahogadas
dichos de hospital en el momento de la crueldad suprema
angustia y abandono de palabras que olvidan
perversiones de dios inevitables
todo es tiempo de lagunas en la mente
huída a ningún sitio
amnesia que recuerda origen y destino
maldición de dolores
No quedan miradas, ni siquiera vanas palabras, mucho menos razones... Pero quedamos nosotros.
ResponderEliminar¡qué atmósfera tan angustiante! estos escritos estan llenos de luz, que me queman los ojos...
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