sábado, 8 de mayo de 2010

CARACOL

Canta Andrés Calamaro:
“Los que no podemos dormir de noche/ siempre vamos de a dos por la vida”
Canta en un lugar imaginario, un bar de carretera con luces de dolor entre rojas y naranjas.
Calamaro canta para evadir el desencuentro.
Me siento a su lado en ese imaginario bar de carretera al sur del rencor, en una playa ajena. Despierto,
de un caracol brota la voz de Andrés:
“Hay días para quedarse a mirar/ hay días en que hay poco para ver.”
Tiene razón, la arena de esa playa ciega y mata.
El caracol, la casa abandonada del molusco, es un lugar de historias prohibidas, territorio donde solo viven los muertos.
Regreso a la mesa del Bar, deposito sobre ella el caracol, le convoco, regresará la vida.
Cantamos juntos:
“Los que no podemos dormir de noche/ siempre vamos de a dos por la vida”

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