martes, 11 de mayo de 2010

Cuando nací

el mundo sabía del desencanto,
pero lo ocultaba.
Como un enamorado necio,
prefería no ver los defectos de su amada.

Cuando nací,
mi padre tenía 40 años
sin triunfos ni fracasos.

Después, nacieron más.
Crecieron mi madre y mis hermanos.

Cuando nací,
nada sabían de mi los gatos,
hoy, 56 años después,
me saben de memoria.

Cuando nací,
me parecía a mi padre.
Hoy, sin triunfos ni fracasos,
me parezco a su sueño.

Cuando nací,
me esperaba el silencio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario