I
No entiendo como el agua y el aceite, en una cama, logran ser mezcla homogénea, perdurable
y no morir.
II
No entiendo a tu dios ni a sus criaturas.
Tal vez porque vivo en el infierno.
Territorio que tu dios, en un descuido, en un pestañeo,
también creo.
No entiendo a tu dios ni a sus criaturas.
III
No entiendo a los inquisidores y su tarea propia de hormigas.
Perros guardianes me ladran consignas al oído.
perros furiosos ladran y muerden al inútil que soy
al inofensivo que me he vuelto
No entiendo a los inquisidores y su tarea propia de hormigas.
IV
No entiendo la vida
sí la muerte
la televisión también
y los poemas
la tinta los dibujos los maullidos
el deseo y la masturbación
No entiendo la vida
sí la muerte
la noche también
y a Jaime López
No entiendo la vida
sí la muerte
la voz de mujer
tu voz ajena
y por supuesto
la madrugada
No entiendo la vida
sí la muerte
Entiendo más
de lo que nunca entiendo.
Y yo no entiendo sino el tiempo
ResponderEliminaren que estoy entre los grillos
escuchando los secretos
de una vida al otro lado
del oceáno intermitente
que me hunde en sus deseos,
de su voz en las almohadas
donde mis sueños se derraman...