viernes, 20 de mayo de 2011

A QUÉ SABE ESE RÍO


resuelto en grito el devenir del perro
en esa voz de mando del reproche

ladrido sin recuerdo

visto y ciego
tocado apenas
como si el roce fuese la palabra

así en la boca quedan
el aullido y la noche

cuando sucede el frío
y el cuerpo aguanta
promesa tras promesa
kilos de desapego

si un día el rencor no fuera ciego
podría ver saber
lunas sin noche
satélites perdidos
orbitas confinadas

podría recuperar ladridos
hacerse entender a golpes
o aullar por el peligro

hacer que pasen cosas
porque del sol depende la cordura

hacer que el niño crezca
porque el dolor apura

pensar de vez en cuando
a qué sabe ese río

2 comentarios:

  1. Ese río sabe a rabia y olvido; a temor y distancia; a lo que quizá se quiso y se perdió en las honduras y los laberintos del pensamiento cegado, del alma desasosegada... ¡Cómo sabe ese río!

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  2. ¿A qué sabe? ¿a qué sabrá? Si del sol depende la cordura de la luna depende la locura. Hermoso Maestro Hermoso, me sorprende el alma tan joven y hermosa que tienes dentro. es algo en lo que quiero trabajar para ser igual, es algo de lo que me gusta pensar de vez en cuando.

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