resuelto en grito el devenir del perro
en esa voz de mando del reproche
ladrido sin recuerdo
visto y ciego
tocado apenas
como si el roce fuese la palabra
así en la boca quedan
el aullido y la noche
cuando sucede el frío
y el cuerpo aguanta
promesa tras promesa
kilos de desapego
si un día el rencor no fuera ciego
podría ver saber
lunas sin noche
satélites perdidos
orbitas confinadas
podría recuperar ladridos
hacerse entender a golpes
o aullar por el peligro
hacer que pasen cosas
porque del sol depende la cordura
hacer que el niño crezca
porque el dolor apura
pensar de vez en cuando
a qué sabe ese río
Ese río sabe a rabia y olvido; a temor y distancia; a lo que quizá se quiso y se perdió en las honduras y los laberintos del pensamiento cegado, del alma desasosegada... ¡Cómo sabe ese río!
ResponderEliminar¿A qué sabe? ¿a qué sabrá? Si del sol depende la cordura de la luna depende la locura. Hermoso Maestro Hermoso, me sorprende el alma tan joven y hermosa que tienes dentro. es algo en lo que quiero trabajar para ser igual, es algo de lo que me gusta pensar de vez en cuando.
ResponderEliminar