al fin de cuentas el sol es el pretérito perfecto
la única conjugación acorde a las batallas legales del presente
el sol y su insistente derroche de promesas
la nostalgia me llega
eterno es el silencio
eterno el conformismo de la vieja guardia
eterna la irrepetible confianza de los viudos
esto debe ser leído
como si fuera un pliego petitorio
para la sobre vivencia de la especie
aquí ponemos entre paréntesis a Darwin y su original origen
porque la apatía que provocan la luz
y el calor del mediodía
son parte sustancial de nuestra adaptación a las tormentosas exigencias del mercado
y sus manos invisibles
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